Tumbas con ventanilla
En el siglo XIX el miedo a ser enterrado vivo era algo extremadamente común entre la población. Se escuchaban historias de gente que había despertado justo antes de ser introducida en el ataúd, o de marcas de mordiscos y arañazos en la madera al abrir una tumba años después. Lo cual, unido a la falta de telebasura con la que entretenerse, era la causa de muchas pesadillas.
Hubo que agudizar el ingenio y, aparte de personas que pedían que se les cortase las venas o la cabeza antes de enterrarlas, hubo quién se preparó tumbas con sistemas de respiración o campanas en el exterior. Un ejemplo es la de arriba, de 1893, que aún puede verse en Vermont. Pertenece a Timothy Clark Smith y dispone de tubo de ventilación y una ventana de cristal por la que tenía pensado asomar la mano en caso de despertar.
Hoy en día, en que los médicos son algo más competentes y, sobre todo, gracias a la invención del estetoscopio, es más complicado que ocurran estas cosas. Aunque lo de la ventana debería generalizarse, permitiría a los niños despedirse del abuelo de una forma más cercana y, al mismo tiempo, aprender una valiosa lección sobre el ciclo de la vida y los hábitos alimenticios de ciertas clases de gusanos.
Vía Boing Boing | Categoría Curiosidades
4 Comentarios: Publicar un comentario
Ya puestos, una "luneta térmica" en ese vidrio para evitar la condensación, hubiese sido lo suyo.
Aunque tal vez, no entrase de serie y habría que pagarlo como "extra".
Salud/OS!
Sí, hubiese estado bien, o al menos que se la cambiasen cada 20 años, porque como le de por despertarse ahora nadie va a poder verlo.
Nos vemos el año que viene, que se emborrache usted mucho...
Saludos!
Ha, a mi me da miedo despertar enterrado y no poder hacer nada,
que me entierren de pie, en vertical!! (así hay mas oportunidad)
pero me pregunto, quien pagaría a una persona para que se este fijando a diario si alguien despierta, porque peor que morirse por falta de aire es morirse de hambre.
Y no va a faltar en buen hombre que quiera tomarle prestado el reloj al muerto. van a llegar al cementerio a decir elije uno!
:D!!
Esto me recuerda al relato "Entierro prematuro" de Edgar Allan Poe trata sobre este tema, es una muy reconfortante lectura.
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