Triciclo con tracción a perro

Cuando somos niños todos pensamos lo práctico que sería emular a los vaqueros de las películas y no tener que andar. Obviamente, un caballo es muy grande y tu padre te ha dicho que el pony te lo comprará en el 2057, así que echamos mano de lo más cercano, un perro. Por suerte, el niño aprende con la experiencia y, después de subirse al rottweiller del vecino al grito de ¡arre pegaso!, abandona la idea para el resto de su vida.

Lástima que no todos aprendan la lección y exista gente como el francés que, en 1875, inventó un triciclo impulsado por dos perros que estaban encerrados en las ruedas. Suerte que la sociedad protectora de animales estuvo atenta y prohibió su uso.

Vía Neatorama | Categoría Curiosidades