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10 septiembre 2009


Esperando el fin del mundo

Durante la evolución, los seres vivos desarrollaron un fuerte instinto de supervivencia que les empujaba a no dejarse devorar por la primera rata hambrienta que pasase por allí. El ser humano (salvo algunas deshonrosas excepciones) también lo tiene.

Otra cualidad que han desarrollado muchos hombres/as (la corrección política es importante) es el extremismo. Pudiendo encontrar en la misma especie individuos que se dedican a morir por un país que les utiliza, junto a otros que se fabrican en el sótano de casa un búnker antinuclear (por que si los rusos bombardean el país es importante poder sobrevivir varios años bajo tierra para repoblar el mundo; aunque no esperen a un Adán musculado, el padre de la humanidad futura será algo así)

El fotógrafo Richard Ross se ha dedicado durante cinco años a recorrer tres continentes retratando búnkeres de todo el mundo. Permitiéndonos descubrir que la cultura influye mucho en la decoración del mismo y demostrándonos que la paranoia no es algo exclusivo de un puñado de veteranos de guerra americanos, también los hay en China, Rusia, Inglaterra y ¿Suiza? ¿para qué quiere un suizo un búnker? ¿quién se molestaría en atacar Suiza? ¿un dictador loco enemigo de la puntualidad? En fin, hay que estar preparado.

Vía Neatorama | Categoría Curiosidades

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